jueves, 7 de mayo de 2009

Sin Odios, sin violencia, sin miedo….. no +



Muchos recordarán que ese era el eslogan en la campaña del plebiscito del año 88, de las fuerzas que aspiraban a tener un chile diferente al de los años de la dictadura militar y económica, soñábamos con un país alegre….como olvidar esa gesta épica de todo un pueblo que se animó y levantó para pasar de la dictadura a la democracia, pseudo democracia o democracia protegida como gustaba de llamar la derecha, en esta interminable transición.

En Quillota salimos por vez primera a finales del año 1987, desde una oficina que arrendábamos frente a la Plaza para reunir firmas para inscribir un partido que nos permitiera tener un control sobre las elecciones y por cierto acceder a los pequeños espacios para difundir nuestra opción democrática. Han pasado 22 años desde entonces y pareciera ser que una vez más debemos asumir un nuevo compromiso con la patria.

Al firmar en la notaria Uribe para que Marco Enriquez-Ominami, pudiese estar en la papeleta de votaciones para la Presidencia de la república, sentí la misma sensación de aquellos lejanos años, que tan solo con la voluntad, un lápiz y una firma, podemos cambiar este estado de cosas. Los acontecimientos políticos que ha generado la irrupción de Marco han pasado de la sonrisa sarcástica, del ninguneo y el chaqueteo propio de los Chilenos, a manifestaciones de alegría popular y por cierto preocupación y desagrado de la “clase política tradicional” que no se resigna a abandonar el cuoteo (tanto de derecha como de la concertación e incluso de la llamada izquierda extra parlamentaria).

En las próximas semanas y en torno a las pocas notarías iniciales se va a desarrollar nuestra nueva Sierra Maestra, en ese espacio miles de personas con nombres y apellidos dirán que el sueño es posible, que tenemos no solo las ganas sino la certeza de que este país merece salir del estanco y aburrimiento, que hay cuestiones importantes por las que se debe luchar y una de ellas es transformar de verdad esta sociedad y construir un Chile potente, que nos permita enfrentar los desafíos con energía y claridad de manera de alcanzar sueños que en estos años hemos ido perdiendo, pongámosle un Marco a la moneda.

Fernando Orellana A.
Desde la región de los Valles Transversales