martes, 16 de marzo de 2010

DESAFIOS REGIONALES PARA LA MINERIA


El pasado domingo se conmemoraron los 151 años de la batalla de Los Loros, en que las fuerzas Atacameñas y Serenenses, enfrentaron y derrotaron en el campo de batalla a las fuerzas armadas de Chile. Este hecho significativo para la memoria regionalista del país, es un hito que debe ser reconocido como una gesta emancipadora de aquellas políticas centralistas que agobian y generan las profundas desigualdades entre la capital y el resto del país. El centralismo que atrofia el desarrollo armónico, es además inconsistente con el sistema democrático, a menos que entendamos la democracia solo como una forma de aceptar las imposiciones de los grupos de poder que naturalmente se instalan en el centro del país y específicamente en la capital del país.
La región de Atacama, revive con su gesta aquél descontento y reafirma la necesidad de reconocer en las provincias, autonomía y libertad para disponer de los recursos, de los valores y legado. Las luchas por recuperar en parte los derechos que emanan de la riqueza minera del país, tiene hoy a Carlos Vilches nuevamente en el parlamento, a muchos dirigentes sociales como Jorge Pino entre otros, luchando por el Royalty a la minería, como una forma de compensar en parte, las “bolsonadas de dinero con que la región de Atacama entrega a los inversionistas y al país”. Sin embargo, en la pequeña y mediana minería, las luchas aún no resuenan en los escritorios del centro administrativo y político, la necesidad que ENAMI pertenezca a los pequeños y medianos mineros, aún no es posible. Esta institución la encapsularon con fines absolutamente diferente para los servicios que presenten el pasado y que debe prestar en el ahora, una institución de Fomento y que apoye las políticas para generar empleo, que la riqueza de nuestra región también sea posible que la exploten los Atacameños, aquellos mineros que son los continuadores de nuestros mayores, como José Santos Ossa, o Juan Godoy, los que continúan arañando los cerros para alimentar a sus familias, sin soporte estatal, sin medios y sin la logística necesaria. Es sabido por los mineros que un buen alcance requiere para concretarlo, no solo de buenas leyes, sino que además estas absorban los fletes mineros, la construcción de la “huella” y los equipos para la explotación.
Una región extensa, con centros de acopio y compra en las capitales provinciales, plantea dificultades logísticas no menores. Asistimos a un momento en que las amenazas del pasado respecto a terremotos ya no son cuentos, ahora se piensa en el norte del país respecto de estos cataclismos, por lo que se debe pensar en la red ferroviaria como soporte para esta actividad, por que desecharla si presenta las mejores condiciones, pero ello requiere empeño de parte de las autoridades, especialmente de las que llegan ahora, nuevas miradas nuevos desafíos, como es lña necesidad que Atacama y Coquimbo tengan influencia de verdad en ENAMI, el gerente de Fomento al menos que funciona en Copiapó a no dudarlo debe ser de la región, no por simple capricho, hay que aprovechar las capacidades instaladas en la región, profesores de la Universidad, personas con capacitaciones en el extranjero, cono vinculaciones con los asociaciones mineras, es decir se tiene todo para no esperar que desde Santiago envíen o nominen a las autoridades en esa estatal, la palabra la tiene la Intendenta regional, a ver si es tan Matta para sus cosas.

Fernando Orellana