HUMBERTO QUEDO PARA SIEMPRE EN LOS VALLES TRANSVERSALES

La muerte corretea y dispara fogonazos a mansalva, algunos quedamos heridos en esta nueva batalla, otros sucumben y a nuestra muerte nuevecita no flamean las banderas rojas de ayer, no se ven los pendones multicolores de la patria reconquistada, no más volantes con letra firme Libertad y Trabajo, los que medio-sobreviven a este espanto crispan los puños al constatar que vamos quedando muy pocos y cabe preguntarse “quien quedará para asistir a nuestro funeral?”. El viento sopla fuerte en Manzanar arriba, el destino de los nuevos muertos allá donde no llegan los buses del Transantiago.

Las banderas al viento me repito, sería un lindo espectáculo, pero no hay no más, esto es lo que queda, algunos amigos, unos pocos testimonios y la bronca que sale a las calles nuevamente de esta “ciudad creada con cariño”.
En un pequeño momento las circunstancias, que para estos efectos es la vida misma, nos encontró a Humberto, Carlos, Lucho, el otro Carlos, Sergio y otros pocos encontrando un sentido a la forma de hacer política, en la cual los procesos democráticos claramente dejaron de existir hace mucho tiempo, la consigna destos tiempos es menos democracia hasta que duela.

Los luchadores no nos podemos quedar con las formas solamente, ya que sabemos que las ideas son las únicas que prosperan y en momentos de crisis esto es más manifiesto, por eso planteamos la creación de una nueva región, era lo más lógico y sigue siéndolo, Chile arraiga centralismos crónicos, los recursos de todos los Chilenos es paupérrima, se mal distribuye y los pueblos del llamado “interior” de la región de Valparaíso apenas titilan, Santa María, Calle larga, Hijuelas, Curimón, Petorca, y 25 comunas más esperan migajas que caigan de las fauces de Valparaíso, al menos la Isla de Pascua ahora cuenta con un régimen especial por que hasta hace poco ninguna injerencia tenían esas personas en las decisiones del “poder central”.

Nosotros ya lo hemos señalado es verdad que estamos más cerca de la de Valparaíso que la Isla de Pascua, pero a nivel de decisiones estamos muchos más aislados.

Redactamos un manifiesto que compartimos con los ya nombrados y una veintena de jóvenes junto a una tracalada de viejos y al fragor de ese documento surgía ante nosotros una nueva región, imaginábamos nuevos edificios y terrenos donde instalar nuestras autoridades, el lugar de debate de los fondos regionales, la elección directa de los Consejeros regionales, la discusión sobre políticas públicas, sobre donde poner énfasis y los por qué, soñábamos con la nueva epopeya de entregar espacios más participativos y que mejoraran la calidad de vida de nuestros vecinos.
El cáncer de la crisis política que se enseñorea en nuestra patria nos llevó por otros caminos separados, otros tumores nos reencontraron “poco andar la vida”, un día Marcela me vió en la calle y me contó que si me veía bien a mí podría sucederle lo mismo a Humberto, ahí supe que los tumores se nos asoman sin pedir permiso.
Queda como testimonio de esos breves encuentros cuando coincidíamos con la creación de una nueva región, una frase oportuna por la cual vale la pena continuar soñando con esos Valles de Petorca y Aconcagua, Humberto Arancibia estaba en el epicentro de esos Valles, quizá rememoraba a su natal Nogales o Catapilco su infancia o juventud, sus primeros amores y trabajos y desvelos cuando planteó que ya que estábamos buscando un nombre para nuestra nueva región, esta debía ser la REGION DE LOS VALLES TRANSVERSALES, salió espontáneo en él, de esa fecha nuestro sueño tiene un nombre.

Fernando Orellana