Uno de los temas pendientes del país, es la participación y democracia efectiva, cada cierto tiempo se intenta abordar este tema y solo queda en declaraciones, la Presidenta Bachelet por fin ha enviado esta semana al parlamento un proyecto de ley “consensuado” entre líderes de diversos partidos. Las opiniones de los honorables no se ha hecho esperar….no les gusta, a unos por que afecta solo a los diputados y no a los senadores, a otros por que se supone que es más caro para el país (aunque no lo crean hay algunos que han planteado esto), a otros por que no fueron consultados y así, todos molestos.
Es claro que para los dos bloques que tienen representación en el congreso la democracia es entendida solo como aquel concurso por ser electo en las mesas de negociación en las que se discuten que partido llevará tal o cual candidato por los distritos A, B o C, en los del primer tipo son candidaturas seguras y lo más probable es que el partido que “tiene el cupo” lo mantenga, en los casos B y C son de incierto futuro y solo se presentan para levantar las votaciones, ya que el actual sistema permite que salgan electos más de un candidato de cada bloque….por lo tanto el momento en que sufragamos solo es un proceso tardío y muy menor en la forma que llegan estos parlamentarios al congreso.
Representación efectiva, proporcional o cualquier otro sistema que altere la actual estructura de poder, genera incomodidades que los propios parlamentarios no desean que ocurra y no están dispuestos a aceptar, y no solo es por el Partido Comunista, a quien se le estaba construyendo un traje a la medida e incluso se hablaba de nombres y apellidos que iban a poder llegar al Congreso Nacional. Lo que le preocupa a la “clase política” en este caso, es que podrían surgir corrientes o movimientos regionalistas nuevos, o la creación de nuevos referentes como parece va a ser Chile Primero, que en octubre de este año va a determinar en un congreso si se convierte en Partido Político…este es el verdadero dolor de cabeza de los actuales diputados y senadores, que sucederá con sus escaños y la propiedad del partido que los sustenta.
La democracia es posible y necesaria - no nos engañemos- y esto no debiera doler a nadie, ya que para llegar a este estado de cosas nuestro país pasó momentos de intenso dolor y esas heridas no deben impedir que aprovechemos las capacidades de muchos Chilenos que hoy al no estar en los bloques dominantes, les está vetado entregar los aportes para mejorar los niveles y calidad de vida de la gente que aspira y sueña vivir en un país francamente mejor.
Fdo. Orellana
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