lunes, 15 de diciembre de 2008

EL SUEÑO DE LAS INDEPENDENCIAS

Mi amigo el poeta Atacameño Arturo Volantines me ha hecho llegar un texto sumamente interesante e importante ya que habla de luchas que se han dado y que se continúan dando para liberar a los pueblos de cualquier tipo de dominación, sean estas políticas, económico-sociales o culturales.
UN NUEVO SUEÑO SE HA POSADO EN ATACAMA

Por
Arturo Volantines


Una esperanza recorre a Atacama, una esperanza de cambio y de recuperación de la identidad.
Resulta significativo para un atacameño ver la bandera Constituyente en la alcaldía de Copiapó, como fuera cuando Pedro León Gallo arengó a las tropas en 1859 o cuando lo hizo Guillermo Matta, en el mismo municipio, en 1879.
Ver a Maglio Cicardini, —auténtico copiapino—, con el pabellón de seda azul y la estrella de oro, es la constatación de una promesa de cambio, y que no todo está perdido. Los esfuerzos subalternos, que hicieron algunos afuerinos, no fue suficiente para arrebatar este sentimiento atacameño, que lleva varios siglos insistiendo, aunque sea debajo de una capa grande de escoria y olvido.
La identidad atacameña está formada, entre otros, por la fuerte resistencia a las invasiones de las civilizaciones de Tiwuanaco e Inca, por la resistencia a la invasión española, por las numerosas revoluciones mineras desde 1830, hacia adelante.
Los inmigrantes alemanes, franceses, ingleses y fundamentalmente argentinos hicieron su parte, y dejaron su cuota de sangre en los campos de batalla; especialmente, en la Guerra del Pacífico. La bibliografía peruana e, incluso, la más reciente de dicha guerra en el mundo, habla de las hazañas de los atacameños.
Estamos orgullosos de nuestros antepasados. No hay que caer en la trampa que esta guerra fue inducida por los ingleses. Como sea, fueron los hijos de Atacama que quedaron en los campos de batalla, y dieron prodigios de heroísmo y vitalidad. Resulta curioso: los que hablan mal, en Atacama, son precisamente algunos afuerinos malagradecidos; porque muchos de ellos, han sido bien recibidos y han hecho fortuna, aquí.
El ser de Atacama está formado por su patrimonio. El ser tangible, —hoy casi destruido— y por su ser intangible(ethós), que, al parecer de los últimos sucesos, es durísimo como el cuesco del chañar.
El descuido de nuestro patrimonio ya es de prototipo, en este ámbito, como ejemplo universal de derroche y de catástrofe.
Hay tareas inmediatas: La recuperación de La Estación, del patrimonio de Chañarcillo, de los monumentos de La Alameda; del regreso de los hijos ilustres que están sepultados en otros lugares, como Ramón Escuti Orrego, Enrique Ramos Madrid, Miguel Mena Araya, etc. También es necesario construir un Museo del Ferrocarril; otro, de la Minería; Museos de sitios en Puquios, Chañarcillo, Tres Puntas, La Puerta, etc. Hay que construir un Museo entomológico y botánico. Hay que recuperar un sinnúmero de casas patrimoniales. Hay que ponerle nombres a las calles con tantos hijos: héroes, artistas y conquistadores del desierto, etc. Hay, en fin, tantas otras ideas básicas de llevar adelante. Para que decir, una Cripta para los héroes de la Revolución Constituyente, incluido el monumento a Pedro León Gallo.
El triunfo de Maglio y del nuevo alcalde de Vallenar, deviene, no me cabe dudas, de un sentimiento profundo que recorre Atacama, y que no resistía más ser subterráneo. El énfasis en este sentimiento ha sido, fundamentalmente, el trabajo del pueblo atacameño; y, especialmente, de algunas poquísimas autoridades, como el caso del senador, Baldo Prokurica; de muchos comunicadores, como Fernando Jirón Vargas, Nélida Baros, Osman Cortés, David Doll, Juan García Ro, Vidal Naveas, etc.
Papel clave han cumplido algunos medios de comunicación; especialmente, algunas radios y la prensa escrita. El fundador del El Atacama(1875), —héroe de muchas batallas, Elías Marconi Dolarea— estaría muy feliz de este papel de los medios de comunicación, que muchas veces a contraviento de las autoridades, han puesto los temas fundamentales.
Pero, han sido los hijos de Atacama, que a través del voto, han dicho basta. Es necesario un cambio, para recuperar ese sentido universal de los patriarcas radicales; de esos hijos que llegaron de Argentina y esos tesoneros mineros que dieron un ejemplo al mundo de valentía y sacrificios. Ahora, pienso en esos Sargentos, —liceanos y mineros de Chañarcillo— que murieron todos en los campos de batallas.
Es una gran oportunidad para esta “criatura regional”, como dice esa hija de atacameño, llamada Lucila Godoy —qué apellido más importante para Atacama—, crecida en medio de las tradiciones del Norte; inspirada en Domingo Faustino Sarmiento, mayordomo de una mina de Chañarcillo y de Pedro Pablo Figueroa, uno de los 10 atacameños más importante de todos los tiempos.
Éste es un sueño que tendremos que convertir en realidad; un sueño que tiene que empezar, como ese tren que todavía insiste en pasar por la memoria de los niños del barrio Borgoño. Esto es el comienzo; al fin, un comienzo.
Hay que profundizar la democracia que ayudamos a reconstruir. Que no se nos mal entienda. Nuestras glorias van de la mano de la democracia. Hay que instar el plebiscito, como forma habitual de consulta en la región, para que la ciudadanía se pronuncie sobre temas de interés local y distintivos. Hay que elegir a nuestros gobernadores e Intendente. Hay que reconstruir las organizaciones sociales y de base, para que pase el poder central al mundo local. Hay que nacionalizar el agua, sí o sí. Hay que estimular a los jóvenes, ya que sabemos que están informados, pero poco interesados en participar en la vida ciudadana.
Tenemos que hacer un esfuerzo, para que Atacama sea más vivible y humana y para que sea de la calidad de vida que soñaron nuestros patriarcas. Para que la libertad, la justicia y la solidaridad no sean un eslogan. Para que Atacama vuelva a ser respetada en el mundo, tiene que crecer en consonancia con sus tradiciones, con autoridades propias y con la consistencia que somos un mundo en el mundo.

No hay comentarios.: